La
agricultura de precisión es un concepto agronómico de gestión de parcelas
agrícolas, basado en la existencia de variabilidad en campo. Requiere el uso de
las tecnologías de Sistemas de Posicionamiento Global (GPS), sensores,
satélites e imágenes aéreas junto con Sistemas de Información Geográfico (SIG)
para estimar, evaluar y entender dichas variaciones. La información recolectada
puede ser usada para evaluar con mayor precisión la densidad óptima de siembra,
estimar fertilizantes y otras entradas necesarias, y predecir con más exactitud
la producción de los cultivos.
La
agricultura de precisión tiene como objeto optimizar la gestión de una parcela
desde el punto de vista.
- Agronómica: ajuste de las prácticas de cultivo a las necesidades de la planta (ej. Satisfacción de las necesidades de nitrógeno).
- Medioambiental: reducción del impacto vinculado a la actividad agrícola (ej. Limitaciones de la dispersión del nitrógeno).
- Económico: aumento de la competitividad a través de una mayor eficacia de las prácticas (ej. Mejora de la gestión del coste del estiércol nitrogenado).
- Constituir una memoria
real del campo.
- Ayudar a la toma de
decisiones.
- Ir en la dirección de
las necesidades de rastreabilidad.
LAS ETAPAS Y LOS INSTRUMENTOS
Podemos
distinguir cuatro etapas en la implementación de técnicas de agricultura de
precisión que tome en consideración la heterogeneidad espacial:
GEOLOCALIZACIÓN
DE LA INFORMACIÓN
La
geolocalización de la parcela permite superponer sobre esta última las
informaciones disponibles: análisis del suelo, análisis de los restos
nitrogenados, cultivos anteriores, resistividad de los suelos. La
geolocalización se efectúa de dos formas:
- Delimitación física con ayuda de un GPS a bordo, lo que requiere el desplazamiento del operador hasta la parcela.
- Delimitación cartográfica tomando como base una imagen aérea o satelital. Para garantizar la precisión de la geolocalización, estas imágenes de fondo deben adaptarse en términos de resolución y de calidad geométrica.
LA CARACTERIZACIÓN DE LA HETEROGENEIDAD
Los
orígenes de la variabilidad son diversos: el clima (granizo, sequía, lluvia,
etc.), el suelo (textura, profundidad, contenido de nitrógeno),
prácticas de cultivo (siembra sin labranza), malas hierbas, enfermedades.
Varios indicadores permanentes (principalmente relacionados con el suelo)
permiten al agricultor mantenerse informado sobre las principales constantes
del entorno. Otros indicadores puntuales lo mantienen informado sobre el estado
actual del cultivo (desarrollo de enfermedades, estrés hídrico, estrés
nitrogenado, encamado, daños provocados por las heladas, etc.). Las
informaciones pueden proceder de estaciones meteorológicas, de sensores
(resistividad eléctrica del suelo, detección a simple vista, imágenes
satelitales, etc.). La medición de la resistividad, completada mediante
análisis pedológicos, desemboca en mapas agropedológicos precisos que permiten
tomar en cuenta el entorno.
La
toma de decisiones: dos estrategias que se pueden adoptar frente a esta
heterogeneidad
El enfoque preventivo: se
basa en un análisis de los indicadores estáticos durante la campaña (el suelo,
la resistividad, el historial de la parcela, etc.).
El enfoque de gestión: el
enfoque preventivo se actualiza gracias a mediciones periódicas durante la
campaña. Estas mediciones se efectúan:
- mediante muestras físicas: peso de la biomasa, contenido en clorofila de las hojas, peso de las frutas, etc.
- mediante
proxy-detección: sensores a bordo de las máquinas para medir el estado
del follaje pero que requieren la agrimensura total de la parcela
- mediante teledetección
aérea o satelital: se adquieren imágenes multiespectrales y se tratan de
forma que se puedan elaborar mapas que representen diferentes parámetros
biofísicos de los cultivos.
La decisión puede
basarse en modelos de ayuda a la decisión (modelos agronómicos de
simulación de los cultivos y modelos de preconización), pero depende ante todo
del agricultor, en función del interés económico y del impacto sobre
el medioambiente.
IMPLEMENTACIÓN
DE PRÁCTICAS PARA COMPENSAR ESTAS VARIABILIDADES
Las
nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) permiten que la
modulación de las operaciones de cultivo dentro de una
misma parcela sea más operativa y facilitan el uso por parte del
agricultor. La aplicación técnica de las decisiones de modulación requiere la
disponibilidad del material agrícola adecuado. Se habla en este caso
de VRT o de tecnología de índices variables (ejemplo de modulación: siembra con
densidad variable, aplicación de nitrógeno, aplicación de productos
fitosanitarios). La implementación de la agricultura de precisión es más
sencilla gracias a los equipos instalados en los tractores:
- Sistema de posicionamiento global (por ejemplo, los receptores GPS que utilizan las transmisiones vía satélite para determinar una posición exacta sobre el globo terrestre);
- Sistema de información geográfica (SIG): programas que ayudan a manipular todos los datos disponibles;
- material agrícola que pueda
practicar la tecnología de los índices variables
(sembradora, abonadora).
Fuente:
Wikipedia.
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